Formarnos para ayudar mejor: participamos en el Curso de Formador de Formadores de la Escuela de Pacientes

Corazón y Esperanza

El compromiso con el aprendizaje y el apoyo mutuo nos ha llevado, una vez más, a participar en una actividad clave para seguir creciendo como asociación y como grupo de personas que conviven con una enfermedad crónica. Hoy hemos tenido el honor de formar parte del Curso de Formador de Formadores de la Escuela de Pacientes de Insuficiencia Cardíaca y Riesgo Cardiovascular, celebrado en el Hospital Alto Guadalquivir y promovido por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).

Cinco personas asociadas a Corazón y Esperanza han asistido a esta jornada formativa, en la que también han participado profesionales de referencia de nuestra comarca: personal de enfermería, fisioterapeutas y especialistas en medicina familiar y comunitaria de los centros de atención primaria de Andújar y alrededores.

Durante la jornada, guiada por las profesionales del hospital Toñi Quintanilla (enfermera) y Elena Ruiz (fisioterapeuta) como coordinadoras del curso, hemos podido conocer más a fondo cómo funciona la Escuela de Pacientes, qué papel pueden tener los pacientes formadores y cómo podemos contribuir, desde nuestra experiencia, a acompañar a otras personas que están comenzando su camino con la insuficiencia cardíaca.

Además, la jornada ha contado con la intervención de Joan Carles March Cerdà, profesor de la EASP y coordinador de la Escuela de Pacientes, quien nos ha recordado que los pacientes no solo somos receptores de cuidados, sino también protagonistas en la mejora de nuestra salud y la de nuestra comunidad.

La Escuela de Pacientes es mucho más que formación: es empoderamiento, es compartir vivencias, es construir redes de apoyo reales entre personas que se comprenden y se escuchan.

Para nuestra asociación, este tipo de encuentros refuerzan uno de nuestros objetivos principales: dar herramientas reales a las personas con insuficiencia cardíaca para vivir con más conocimiento, confianza y autonomía.

Seguiremos trabajando para que nuestra voz como pacientes sea escuchada y valorada, y para que la experiencia vivida se convierta en recurso y ayuda para los demás.

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